Habitat Cigueña Negra

Andrea Burón

Espectacular en todos los sentidos. El lugar perfecto para relajarse. La finca es excelente, con todo lujo de detalles: los olores, la decoración, el uniforme y el trato/atención del personal, la ropa de cama, los amplios horarios… las habitaciones y las camas son súper cómodas (probamos 2) y no se oyen ruidos. La piscina es de agua salada, perfecta para relajarse; se puede incluso llamar al/a camarero/a desde la hamaca, que también es comodísima. Los masajes de Mamen son increíbles, y además te da buenos consejos. Y el aceite y los productos relacionados son exquisitos. Lo único “negativo” que destacaría de este lugar es su acceso por un camino de piedra, pero incluso eso lo convierte en un mejor destino, porque lo hace estar apartado de todo (no hay una casa en kilómetros).

Laura Lluhen

Hotel situado al final de una carretera sin asfaltar para llegar a un pequeño paraiso de encinas, olivos, animales en su hábitat incluidas cigueñas negras. Decoración elegante, integrada en el campo, todo está pensado para la tranquilidad.Sábanas blancas, música relajante, todo muy limpio y siempre huele bien, fuentes de agua y sofas interiores y exteriores.El desayuno y el restaurante con poca variedad pero todo de gran calidad y sabor.Quizás para más de 3 dias alojados el menú se queda corto. Se nota que está todo pensado para el disfrute del cliente. Solo una cosa para que la Dirección valore: los clientes del restaurante pueden disponer de la piscina y las instalaciones igual que los clientes del hotel, y esto hace que las tardes en la piscina no resulten tranquilas ya que el cliente de restaurante busca algo más de fiesta que el cliente del hotel, quedó claro no solo 1 día sinó en los 2 días que estuvimos.

Antonio Marcos martin

Realmente me sorprendió, la ubicación es excelente, la comida muy buena y a la altura del lugar, también nos hicimos un masaje e hicimos el circuito del Hamman i realmente es todo muy bonito i cuidado al máximo, la masajista muy profesional. La piscina exterior espectacular. Le doy 4 estrellas porque la comida se demoró cerca de 3 horas porque parece ser que les faltaba personal. Igualmente es muy recomendable.

Adela L

Fantástico hotel rural escondido en la dehesa cacereña rodeado de olivos. Sorprende desde la llegada por el diseño y la situación. Habitaciones amplias con materiales y tonos naturales en armonía con el entorno. Amplios ventanales para dejar pasar la luz y disfrutar de las vistas. La zona de la piscina infinita espectacular por las vistas y la tranquilidad que se respira. Cómo no, no podía faltar un buen restaurante con una carta fantástica donde poder disfrutar de las mejores carnes de su propio ganado fusión de retinta y watyu . La tarta de queso de Granadilla al horno riquísima!!!!. Enhorabuena a Marga y a todo su equipo por la atención y el trato recibido. Un lugar excepcional para relajarse, para descansar, para soñar...